Annabeth y su equipo se encargan de un caso en el que la mujer de un reconocido hombre de negocios, Henry Brooks, es encontrada muerta en el trabajo. El Alcalde, ante los intereses de la poderosa familia, presiona a Conlon para resolver el caso lo antes posible, y llevar al asesino al estrado. Sin embargo, debido a las fuertes influencias de la familia, el equipo se da cuenta de que puede haberse precipitado a la hora de señalar al culpable.